martes, 31 de diciembre de 2013

La metamorfosis de Cocci

Cuando Cocci Nellidae se despertó una mañana de Navidad después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertida en un monstruoso cetáceo. Estaba tumbada sobre su espalda húmeda, y en forma de convexa y, al levantar un poco la cabeza, veía un vientre abombado, grisáceo, sobre cuya protuberancia apenas podía mantenerse el cobertor, a punto ya de resbalar al suelo...

Sí sí así me desperté y es que los excesos es lo que tienen que te convierten en cachalote, ballena, o luchador de sumo...o todo a la vez. Que diréis que soy una exagerada...os lo juro me encontraba fatal. En noche buena cené canapés de salmón marinado, con el ajito frotado en la tostadita, la mantequillita...mmm joder...tengo jambre! Comí también un par de tostadas con paté de foie gras, y ensalada. Luego pan con queso y vino...unos tres o cuatro vasos de vino blanco, seguido del cava (qué ajco de bebida joder! casi me muero atragantada con la espuma y el gas y....ay qué jorror!). Que puede no parecer mucho, pero luego vinieron los turrones que por cierto creo que no los probé, ni los mantecados de mi madre, solo un poco de pan de cádiz que hizo, para probar...el resto...creo que chocolates y peladillas. Las peladillas de piñones, eso es lo que me mata, es un vicio peor que el de las pipas, cuando empiezo no puedo parar. Y a las dos de la mañana estaba yo haciendo visitas a la cocina picando que hasta mi madre me dijo "aún no te paró el diente?" Pues no. Y es que cuando estoy así es para llamarme la atención, y mi madre no se corta aunque luego me eche piropos del tipo "mira parece la radiografía de un silbido!". Bueno ahora ya no lo dice, no sé si porque ella está más delgada que yo o porque ya se me ve bien de perfil, que hace unos años tenía que ponerme de frente sino pasaba desapercibida. Pues yo como muchos, no me parece que comiera una burrada...pero es que llevaba muchos días cenando como una bulímica, comiendo brutalmente, ventilando el plato en unos segundos y zampando queso y pan y queso y pan y queso y pan y panetonne hasta hartarme, y luego pipas. Tanto es así que el día de nochebuena no desayuné ni comí y llegué a la merienda igual que si hubiera comido y desayunado.

El caso es que levantarme el día de Navidad era una proeza, dolor de lumbares...eso ya es crónico cuando paso más horas tumbada de lo normal. La sensación de pesadez y torpeza que da el tener aletas en lugar de pies y manos... Y con todo el dolor del alma y la fuerza de voluntad posible me puse las mallas y las zapas y salí a correr. De verdad, juro que ni el primer día de mi vida, ese que corrí 7min y estuve una semana con agujetas, ni ese día corrí tan torpemente. Era como si de la noche a la mañana realmente hubiera engordado 20kg, no era mi cuerpo. Y no solo eso sino el dolor de rodillas, no sé si producido por el sobreesfuerzo del fin de semana anterior, por las zapatillas que usé en ese sobreesfuerzo o por el sobrepeso que tenía en ese momento. Sobrepeso que no pude calcular puesto que cuando me subí a la báscula esta me exhaló un "Lo" y yo le grité desesperada "LO QUÉ!" mientras la zarandeaba...le acabé haciendo la reanimación cardiopulmonar pero no hubo nada que hacer...con lágrimas en los ojos pude leer en la esquela que lo que me pedía eran pilas nuevas...y una oración para ver si resucita.

Por eso yo entiendo a la gente que no es capaz de controlarse, porque yo soy incapaz. Porque mi gusa es como un tsunami imparable, es horroroso. Tengo un armario, el armario del estiércol alimenticio...allí guardo el chocolate, el marbré, las pipas, las patatas, y hasta las regañas del mercadona que aunque no sea algo tan malo es lo que me gusta para picar cuando no debo. Puedo pasar semanas sin acordarme de abrir ese armario (salvo para mi dosis diaria de chocolate), pero siempre tengo algo "por si acaso". Por si acaso qué? Por si acaso viene el tsunami y me entra tanta hambre que me como las uñas de los pies hasta el tobillo? Estoy tonta? No hay duda...lo estoy. Porque está comprobado, si no lo tienes no lo comes.

Luego mi vicio sano, el de las mandarinas, o clementinas...o lo que sean. Me encantan y me traen recuerdos de mi infancia, siempre nos regalaban mandarinas a los niños, fuera donde fuera...o igual era que yo las robaba en el super...a saber pero siempre andaba con una mandarina en el bolsillo del abrigo y todo olía a mandarinas. Hoy en día las llevo en el bolso y las como cuando me apetece...da igual donde esté, como si estoy en un bar y me acabo de comer un pincho.

Bueno venga ya vale, que bastante me he extendido para una chorrada.

Feliz Ano, recto y colon transverso! (si coméis sin excesos serán felices sino sufrirán...el que avisa no es traidor!)

8 comentarios:

  1. ¿Qué son las regañas del mercadona? Cuando te empecé a leer me recordabas a la Metamorfosis de Kafka. Lo cierto es que estos días se come demasiado. Yo no tengo armario ni nada, así no hay tentación. Biquiños!

    ResponderEliminar
  2. Jajaja es que el principio es una copia de la metamorfosis de kafka. Las regañas están junto a los picos...jaja son unas galleticas saladas (no muy saladas) con sésamo y están hechas con haceite de oliva, están cojonudas y me parecen un picoteo sano, en comparación con las patatas y otras marranadas que se suelen comer. Haces bien en no tener armario, el problema es que si yo no tengo algo a mano eso es antojo acumulado y el día que pillo me pongo fina filipina. Bicos!

    ResponderEliminar
  3. Uf... sin excesos dices? Creo que he leído tarde tu consejo. Feliz 2014

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sin excesos...lo siento...haber llegado a tiempo jajaja. Feliz 2014 a ti tb!

      Eliminar
  4. Cuando estamos sin comer varias horas, saltándonos alguna comida, es cuando nos vienen las ganas del atracón, por ese hambre que se ha acumulado y esos atracones acaban siendo peor, porque es como estar mucho tiempo sin correr y levantarnos un día y hacer 10 kilómetros, que acaba entrando mal. Mejor ir comiendo un poco más y hacerlo a intervalos regulares, mejor comer un kilo repartido en cuatro comidas que en solamente una, que es cuando más nos engorda la comida aunque hayamos comido lo mismo, por el efecto acumulación.

    Las mandarinas me gustaban de pequeño y odiaba las naranjas, ahora las naranjas me gusta comerlas sin exprimir y las mandarinas me saben a poco, necesito dos o tres mandarinas para igualar una naranja.

    Feliz 2014, Cocci. Por aquí seguiremos pasando

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Los atracones no me los pego por saltarme comidas...sino por tener cosas ricas delante, diciendo "cómememeeee". Y no como...devoro, trago, casi ni mastico, supongo que ese es el problema. En nochebuena tenía tiempo de sobra pero practicamente no hablé..., el resto de días como así porque al estar sola no hablo con nadie así que voy a toda leche y en 15min acabo. Pero bueno...poco a poco volvemos a la normalidad, se acaba el panetonne, el turrón, las peladillas...los piñones...es que ni los venden! Mejor!

      Pues imaginate yo con las clementinas....la verdad que cuanto más pequeñas más me gustan, y suelen salir mejor, las mandarinas son una estafa, parecen buenas y luego parecen gajos de forespan. Yo odiaba las naranjas tb, ahora ya puedo comerlas pero sigo prefiriendo las clementinas, o el pomelo...soy una amargada XD

      Eliminar
  5. ¡Ay! yo no le doy al dulce pero ¡esa nevera con choricillo del pueblo, jamón, salchichón y alguna cosilla más...! o el pan... me pierde, me pierde y pierdo la cintura.
    Salu2

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Fíjate...y mi chorizo de la victoria sigue intacto! A mi lo que me pierde es todo, lo mismo abro la nevera y me zampo un pimiento como abro el amrario del estiércol y me zampo media tableta de chocolate. Es ver algo y apetecerme. Así está la cintura...diciéndome adiós con la manita XD

      Saluditos!

      Eliminar