jueves, 16 de abril de 2015

El duatlón

Estoy como una puñetera regadera y encima me animan. Sí voy a hacer una nueva prueba, serán 6km corriendo, 21km de bici y 3km corriendo. En ese orden. El día 16 de mayo, hora lorquiana me voy a hacer el canelo. La hora no me mola nada, pero bueno como lo que me da miedo es la bici y no la cogeré antes de las cinco y media no pasa nada.

Lo cierto es que hasta hace nada la bici era algo que tenía dos rueda y cogía polvo en el trastero. Podía valer para los días de buen tiempo ir a dar un paseíto o para ir al curro y ahorrar gasoil. Nada que pasara de hacer 15km.

Aprendí algo tarde a montar en bici, con nueve años, harta de las ideas de bombero de mi padre que consistían en: A) subir los ruedines para que no tocaran el suelo cuando iba recta. Mi solución...tumbarme indistintamente hacia un lado u otro. B) después de subir los ruedines quitarme uno. Mi solución tumbarme del lado del ruedín...cuando me equivocaba me llevaba un piñazo así andaba siempre con heridas en una rodilla. Como decía, harta de esas ideas de mi padre, que no es bombero sino electricista, me fui con un amigo y sus padres unos días a su chalet. Mi BH plegable en el maletero. Sin ruedines.

La mía era ocre...mítica no?



Cada día al atardecer cogía mi bici y en la terraza cuya continuación era cesped me ponía con la bici. En el terrazo daba un par de pedaladas y al final llegaba al cesped bastante irregular y ya no podía. Hasta que el día antes de venir mis padres dí más pedaladas sin posar el pié. Así que me fui al camino para probar y lo conseguí. Recuerdo que la sensación era como cuando en un sueño puedo volar, pues igualito... Cuando llegaron mis padres a buscarme me pillaron haciendo idas y venidas, no quería que se me olvidara.

Hoy en día aún me falta cierto equilibrio y voy con bastante inseguridad sobretodo por caminos pedregosos y cuando hay que medir bien, pero lo que más me fastidiaba es que mis piernas no daban de sí. Me cansaba ensiguida, por no hablar de hace un par de meses que no conseguí ni llegar a casa de mis padres de lo que me quemaban los músculos. Y es que la falta de hierro tiene sus consecuencias. Pero desde que he empezado a mejorar la cosa cambió drásticamente, cualquier día libre cojo la bici sola o acompañada. En semana santa después de una ruta de senderismo con las amigas de 15km, llegué a casa a las cuatro de la tarde con la intención de echarme una siesta pero cogí y fui a limpiar la bici para luego engrasarle la cadena...y para engrasar mejor me fui a dar un paseo de hora y media. Al día siguiente otro paseo con una cuesta que no esperaba poder hacer montada todo el rato pero sí que lo hice, solo que ese día ya vi que la bici se me quedaba corta. Es una BH también...no la plegable claro sino una de 200€ con frenos de zapata que se me derriten en un par de bajadas. A este ritmo tendré que cambiarlas cada dos meses. Por no mencionar que ese día también se me salió la cadena 4 veces...total que el finde pasado fui a ver bicis...yo que jamás habría pensado gastarme un duro en otra bici lo mismo me gasto 700€. Y espero no engancharme a la de carretera porque sería un derroche.

Así que ahí andamos...haciendo el tonto, eso sí disfrutando que es lo que cuenta.


miércoles, 15 de abril de 2015

La despedida

Estoy hasta el moño, no me apetece nada ir el sábado a pasar la noche mamando de pollas de plástico. Os lo juro. No me hace nada la idea. Que sí que soy una rancia, luego soy la que más da la nota, eso también, pero me gusta hacerlo de otra forma, no de un modo tan "original". Me da pereza solo de pensar que voy a pasar la tarde y la noche entre estrógenos y lo suelo soportar pero es que somos 20 y eso no hay ser humano que lo aguante, ay...por no mencionar que estoy en los mejores días del mes, al primer "a dónde vamos" soy capaz de soltar un grito y largarme.

Mi brillantísima idea no se llevará a cabo...queríamos llevar al novio a que le hiciera un show a la novia, ella con los ojos vendados claro para que no sepa nada. Peeero aunque lo dudo mucho podría pasar que la novia se pusiera zorrón y se propasara, lo cual haría pensar al novio "y ésta es la mujer con la que quiero compartir mi vida?"...blablabla. Vamos que al final se han acojonado y no quieren arriesgarse a que se cancele la boda. A mi me parece que merece la pena el riesgo...no es que no quiera que se casen, soy supertolerante, me parece genial que la gente se case, yo igual me caso algún día, no lo descarto, lo que no tolero es que hagan bodorrios y me inviten...

Para más inri hace un tiempo de perros, y para la despedida no mejora. Me encanta ser mujer y odiar todo lo que tiene que ver con serlo. Sí odio las bodas que se suponen son el súmmum del éxtasis femenino, odio las tonterías femeninas de los trapitos, los bebés, las dietas yoyo, la celulitis, la regla, los ovarios...el dolor de ovarios, los anuncios de compresas y tampones, los anuncios de ginecanestén, de densia, de vaginesil...parecemos lerdas! Quizá lo seamos, no lo sé, no me extraña que ciertos hombres se sigan creyendo superiores, si nos ponemos a gritar como idiotas cuando una amiga saca una barrita de bimanán del bolso

lunes, 13 de abril de 2015

Vig-Bay III (aventuras)

Seguimos estando a sábado, día antes de la carrera. Comimos en un sitio frente a la playa de Samil, y bastante bien por 10€ aunque quizá podría llegar a ser escaso para gente de buen comer. Fuimos a por los dorsales sin incidencias, lo tenían todo bien organizado. Luego nos dirigimos a Baiona para dejar el coche allí, porque volver en el autobús de la organización después de la carrera nos parecía un poco incómodo teniendo en cuenta que habría que esperar y esperar. Volvimos a vigo en el interurbano de Baiona a Vigo...5 euracos señores! Y luego se extrañan de que no usemos el transporte público. Podíamos haber cogido un Taxi como habíamos hablado. Pero no. Llegamos a vigo y como eran las 10 de la noche más que pasadas buscamos un sitio para cenar de camino al hotel. Os voy a dar un consejo, cuando vayáis fuera para correr una media o una maraton o lo que sea, lo mejor es coger un apartahotel o un bungalow donde podáis cocinar lo que queráis porque a mi lo que me gusta cenar el día antes es, arroz blanco y una tortilla o algo parecido y eso no lo suelen servir en ningún sitio. Y finalmente dimos con una casa de comidas y tapas, la señora estaba cerrando pero nos vio cara de tontos y dijo "estos me van a dar a mi de comer".

-Sí pasad que algo habrá!...

Un tugurio, de esos que al final piensas "bueno pero seguro que nos cobra dos duros y la comida está como la de mamá". Pues un cojón y medio. Según nos puso los platos ya tuvimos que pasarles la servilleta, estaban grasientos. Las lentejas que me pedí yo...dejaban muchísimo que desear, les doy yo mil vueltas y sin echarles chorizo. Es que no llevaban ni sofrito.  Una ensalada (lechuga y tomate) avinagrada, jamón asado con salsa de tomate caliente sin más (estaba sequísimo), y unos chipirones que estaban sin lavar porque vamos mi madre los lava les quita la uña esa de dentro y les da la vuelta para que queden blanquitos. Estos estaban tal cual de la pescadería y confitados en aceite. Ni los probé. Éramos 4 y nos cobró 39€ recuerdo hasta lo que nos cobró por cada cosa. 2€ la botella de agua, 4€ las lentejas, 5€ la ensalada, 12€ el jamón (6 lonchas finas), 16€ los chipirones (8 chipirones o menos ni los conté).

Esa noche me acosté con unas ganas de correr al días siguiente que no os podéis imaginar. Vamos que prefería ir a tirarme por el acantilado. Al día siguiente me levanté con las mismas ganas pero no me lo pensé, bajamos a desayunar, al menos había yogures y cereales tipo kelogs de toda la vida, un té y un par de tostadas. Un ibuprofeno para que no me dieran guerra los ovarios, y el hierro, eso lo tuve que traer yo de casa claro. Volví a la habitación a poner el traje de faena y me quedé mirando al mar pensando "donde me he metido!". Pues aún no lo sabía todo...

Fuimos trotando a la salida, llegamos casi casi en punto con lo cual no tuve tiempo para ponerme nerviosa y que me volvieran a entrar ganas de mear. Perfecto! No había cajones de salida pero me puse un poco para atrás para no morir arrollada, aunque luego me dijeron que ningún problema delante, nadie se puso agresivo ni a empujar, la verdad que es una avenida ancha y se iba de lujo. Sonó el disparo, me puse los cascos y le di al play, hola "Thunderstruck"! Me asusté con una niña, chica, mujer que tenía delante, no sabía qué era porque esa delgadez es completamente anormal en una persona adulta, luego me he enterado de que estaba en la categoría promesas y llegó segunda de esa categoría con 1h56 o así...Os juro que yo pensaba que era una niña que correría unos 3 km y se saldría, no sabía si llevaba dorsal puesto que yo iba detrás.  Luego me encontré con el señor de 67años con el que crucé la meta de la carrera de mi pueblo hace unos meses. Lo dejé atrás y seguí a mi ritmillo cómodo, juro que me sentía como cuando voy calentando, no quise forzar la máquina puesto que hasta hace nada no daba pie con bola por culpa de esa anemia de mierda. La música ayudaba mucho y acerté de lleno con la banda sonora de la isla:

Eso sonando justo al llegar arriba del monte Lourido cuando se abre la vista hacia el mar...se me pusieron los pelos como escarpias. ¡Qué emoción! Una pasada la verdad. Mucha gente prefiere no llevar música, dicen que prefieren oír los ánimos de la gente y también oír los pasos y la respiración. Personalmente prefiero sentir mis pasos y mi respiración y no oír el "desacompasamiento" que llevan otros y su sufrimiento. Fui viendo pasar los kilómetros como quien ve pasar barcos sentado en un banco, iba alucinando viendo cómo muchos se quedaban atrás tirados blancos y temblando, otros inconscientes directamente, no sé si es mala suerte o inconsciencia, muchos serán los que no entrenan y se meten en carreras de éste tipo seguro, luego están los que salen a toda leche y acaban pinchando a 3km de la meta...yo como decidí disfrutar de la música y del recorrido directamente ni miré el reloj. Eso sí me arrepentí un poco al llegar a meta y ver el reloj en 2:00:55...podía haber bajado de dos horas tranquilamente. Pero vamos bien contenta del resultado inesperado pensaba tardar como 15minutos más.

Es lo que le recomiendo a todo el mundo, no somos profesionales, no vivimos de esto...no merece la pena echar el hígado por intentar hacer una marca, mejor disfrutar, total si uno ha entrenado y está en buena forma siempre se acaba superando sin esforzarse. Yo lo tengo claro, el año que viene seguro que mejoro la marca y yendo igual de cómoda jajaja!

Si alguien se plantea hacer una media maratón y tiene posibilidad de hacer esta la recomiendo 100% eso sí, lo mejor es coger un bungalow en algún camping que esté abierto o coger un hotel con muy buena crítica o...si puede gorronear a familiar o amigo que viva en la zona aún mejor jajaja!