sábado, 29 de enero de 2022

¡Siempre negatifa nunca positifa!

 

Bueno pues como tenía que ser El Enfermero ha caído, él sí es positivo, es un tío alegre, que se ilusiona con cualquier chorrada. Yo no, yo soy negativa, siempre, por eso no voy a pillar el bicho nunca, porque no soy positiva ni en un test de antígenos.

Veamos, el día 7 de enero llega El Enfermero de currar y dice "Uy me duele un poco la garganta a ver si va a ser el bicho". Cero caso le hice, lleva desde que empezó la pandemia al menos una vez por semana diciendo esa frase. 

Domingo 9, El Enfermero se va a correr (running no fu**ing) y a la vuelta empieza que si se encontraba peor, que si para qué tanto deporte. Comemos, compartimos botellín de cerveza, ahí bien de babas no vayamos a estar en pandemia. Finalmente se pone el termómetro, y tiene unas décimas, así que le fuerzo a hacerse un test. Parece mentira que un sanitario diga: "nooo, no va a ser eso". ¡Coño, pues habrá que descartarlo, digo yo! El test voy y se lo hago yo, sin mascarilla, total si él lo tiene yo también. Me estornuda encima, varias veces, no vaya a ser que se quede corto, luego mete el palito en el líquido y echa las gotas en el test. La humedad se va extendiendo en la tira reactiva y llega a la línea de control sin que se vea nada en el resultado del test…o eso pensé yo, porque El Enfermero que ha hecho cientos de test y tiene un ojo clínico vio un positivo donde yo veía un negativo. Y efectivamente al pasar los minutos eso se tiñó más y positivo como una catedral. Acto seguido me toca a mi, ya ilusionada con pasar una semanita en casa. Resultado: Negativo como una casa.

El Enfermero decidió acaparar nuestra habitación para dormir y la “habitación del pánico” para ver series en el ordenador. Yo la habitación azul y el salón. Y la suerte de tener dos baños, porque lo de andar desinfectando cada vez que lo usamos, lo iba a hacer mi bisabuela (que en paz descanse). La teoría muy bonita, pero yo en la habitación del pánico tengo mi ropa, y mis aparatos de gimnasia (4 mancuernas, la esterilla, gomas…). Y lo de hacerme una maleta para solamente cambiar de habitación me parecía una tontería, y tener los aparatos en el salón, él no lo habría soportado porque al final la cosa acabo siendo así: Trabajo mañana y tarde, el salón solo lo piso a partir de las 20h, así que El Enfermero veía la tele en el salón durante el día, como tampoco estaba muy enfermo hizo la comida de toda la semana, con mascarilla puesta eso sí. Hasta hizo bici en la habitación azul, ahí echando todos los viruses. Pero en cada habitación que estaba ventilaba al salir. Así que no, no hicimos un aislamiento perfecto, hasta algún día comimos juntos en la cocina, lo más alejado posible, eso sí.

Me hice otro test durante la semana siguiente, y negativo. Lo mejor fue cuando pasaron los 7 días desde el positivo, que a mi ya me parecía todo ridículo, y ya pasamos a hacer vida normal, marital y todo. ¿Hicimos un test de antígenos por si acaso? ¡Pues claro...que no! Ya que El Enfermero se iba a hacer una PCR al día siguiente para poder darse de alta. Como este hombre es tan alegre, volvió a dar positivo a ciclos bajos para más inri, esto quiere decir que la carga viral era alta y todavía se consideraba potencialmente contagioso. Yo aplaudí con las orejas, pensando que ya por fin me habría contagiado. Me tocaba ponerme la tercera dosis esa semana y lo mismo me libraba.

¿Sabéis el resultado del test que me hice antes de ir a vacunarme? Efectivamente NEGATIVO. Eso sí la vacuna a mi me sentó peor que a El Enfermero el virus, con la diferencia de que yo tuve que ir a trabajar, porque la fiebre me hizo pasar una noche preciosa, pero de día se esfumó. El deltoides como el de Stalone y la axila como un luchador de sumo, el dolor insoportable por la mañana al despertar, las décimas que aparecían y desaparecían a lo largo de 4-5 días… Me hice otro test porque ya me daba mala espina, no hace falta que os diga el resultado.

Y a día de hoy El Enfermero aún está convencido de que el virus lo pilló el día que fuimos a cenar a un mesón que estaba hasta la bandera. Claro, fuimos 8 personas y solo se contagió él. No pudo ser quizá en el trabajo, donde unos días antes le hizo test a un puñado de personas y salieron casi todos positivos, encima él lo de ponerse el traje de astronauta le parece ridículo así que los hace con mascarilla, guantes y bata, no sé si se protege los ojos.

Lo mismo hay algo que no me cuenta…porque si yo no me contagié ni bebiendo del mismo botellín…