Estoy leyendo este libro
"La mujer invisible" de Caroline Criado Pérez. Sí un libro sobre lo
que afecta el sesgo masculino a las mujeres, no lo veo un libro feminista en sí
sino que expone y las dificultades que nos causa a las mujeres el que sean los
hombres los que tomen decisiones sin tenernos en cuenta. Y muestra cómo
encarando las cosas con una visión más feminista podría no solo mejorar las
vidas de la mitad de la población sino incluso aumentar el PIB.
Un ejemplo es el tema del
transporte. Al parecer se tiene más en cuenta las infraestructuras que más
utilizan los hombres, que suele ser el coche privado, así que se trata de hacer
mejoras en las carreteras, sin embargo, las mujeres usan más el transporte
público y no se tiene en cuenta sus necesidades. La mayoría de sus
desplazamientos son para el cuidado de otras personas (llevar a los niños al
cole, médico y extraescolares, o a los abuelos al médico o para la compra) si
encima tienen que ir a trabajar eso les supone un encadenamiento de transportes
que suele salir más caro, tienen que sacar más billetes. El tema de sacar más
billetes es un poco absurdo, puesto que una persona que usa mucho el Tte.
público se saca un abono y puede coger todos los ttes habidos y por haber, lo
que hay que observar es cómo se mueven la mayoría de las personas y qué redes
habría que implementar. También bajar el coste del abono no estaría mal ya que
el tte público es más ecológico y evita los embotellamientos. Vale hasta aquí
todo bien. Pero viene un trozo que me altera: "Por cada aumento de
porcentaje en el empleo de las mujeres se registra una subida mayor del PIB.
Pera para que las mujeres trabajen, el ayuntamiento tiene que apoyar ese
trabajo. Y una de las formas clave para hacerlo es diseñar un sistema de
transporte que permita a las mujeres realizar su trabajo no remunerado y aun
así llegar a tiempo a la oficina." ¿Y qué tal si ya que las
infraestructuras en las que más se invierte es en las carreteras son los que se
desplazan en coche los que se ocupan del trabajo no remunerado? Así ya
amortizamos las putas carreteras ¿no? Ah no, que claro se formaría un lío de
tres pares de cojones en las puertas de los colegios, más de la que ya se
lía... Quizá si los niños supieran ir solos al cole como hacía yo a partir de
los 6 - 7 años...vale que vivía como a 400m del colegio y casi no había calles
que cruzar, y en los pasos de peatones que rodeaban el colegio había una
persona encargada de parar el tráfico para que pudieran pasar los niños. El
otro paso de peatones que tenía que cruzar estaba regulado por un semáforo, así
que era bastante fácil. Hablamos de un barrio de Ginebra relativamente tranquilo,
pero no quita que se trata de una ciudad grande y había tráfico. Cuando me vine
a España a un pueblo donde prácticamente no había aceras y caminábamos por el
medio de la calle tranquilamente sin miedo a que nos atropellaran, aún había
niños a los que traían en coche, que desde su casa podían ver el colegio, pero
tenían que depositarlos en coche no fuera que viniera el hombre del saco. Así
que deduzco que el problema de los líos frente a los colegios es sobre todo la
manía de sobreproteger a los niños y hacerlos cada vez más dependientes porque
estoy segura de que el 70% de los niños de ese cole viven a menos de 500m y
podrían perfectamente ir en grupitos, que ya no digo solos.
Bueno luego viene otro tema en
el libro que me puse a reírme a carcajadas al leerlo. "La mayoría
de las mujeres que van a un gimnasio habrán tenido que prepararse
psicológicamente para entrar en la sala de pesas libres, sabiendo que muchos de
los hombres que dominan el espacio las verán como una molestia o un fenómeno
anómalo. Y sí, en teoría pueden entrar, pero tienen que salvar un obstáculo
mental adicional al que la mayoría de los hombres simplemente no se enfrentan,
y se necesita una confianza especial para que a una no le afecte. Algunos días,
simplemente no le apetecerá. Lo mismo ocurre en el gimnasio al aire libre del
parque de mi barrio; si está lleno de hombres, a menudo lo evito, pues me
desagradan las inevitables miradas y la clara sensación de que ése no es mi
sitio." Pues lo siento, pero llevo desde el 2009 yendo a
gimnasios y la que lanza miradas de "imbécil qué coño haces con esas pesas
que las necesito" soy yo. Y he de decir que los que molestan son ellos con
sus putas series de estar media hora en una misma máquina. A mí nunca una mujer
me ha molestado en un gimnasio, quizá porque hay menos mujeres que hombres,
pero en general son unos putos acaparadores, y en el primer gimnasio al que fui
recuerdo un día que había dos cotorras (hombres) en una máquina allí apoyados
sin usarla al menos 10min, me acerco porque era el último ejercicio que me
tocaba y les digo "perdón me dejáis?" y me dicen "eh no es que
estamos nosotros" a lo que yo dije "ah bueno como lleváis un cuarto
de hora dándole a la lengua, pero nada toda vuestra" me di la vuelta y me
fui de mala hostia. En el último gimnasio al que fui me veían la cara, y en
general eran más amables, en muchas ocasiones cuando yo alternaba dos
ejercicios me preguntaban si me importaba que hicieran una serie mientras yo
hacía el otro ejercicio. Aun así he dejado el gimnasio porque es imposible
hacer una rutina en una hora, alguna máquina o soporte o pesa que necesites va
a estar ocupado en los horarios de los que dispongo para ir porque son horas
punta. En algunos temas yo no veo lo que cuenta la escritora, lo del gimnasio
el esfuerzo que tenía que hacer no era el de superar esas miradas de los
hombres que nos ven como una molestia, sino que mi esfuerzo era el tener
que ser cordial cuando la situación me ponía de una mala leche tremenda, no
soporto los lugares abarrotados, el ruido, el no poder ni escuchar el podcast
con mis auriculares por lo alta que está la música de la clase de spinning, el
típico que se sienta en una máquina y se engancha a ver reels, la gente
hablando (al gimnasio se viene a entrenar no a charlar joder!) y repito, las
miradas de "aparta bicho de que molestas" las emitía yo, y de verdad
que en más de una ocasión me han funcionado para que me pidieran permiso para
usar una máquina.
En general el libro es un
poco...demasiado denso en datos específicos que podría saltarse y contar todo
esto de forma más ligera. Pero a la vez es interesante ver cómo al aplicar un
sesgo femenino supone un ahorro en la economía del país o aportar
riqueza. Voy a seguir leyendo a ver qué pasa...
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