viernes, 17 de junio de 2022

Por poco

 ¡JODER QUÉ PUTO CALOR HOSTIA PUTA! Perdonad los vocablos mal sonantes pero el calor que hace no es normal y yo no aguanto, aunque cualquiera lo diría porque estoy poniendo el aire acondicionado en el trabajo una hora al día por la tarde solamente, y el resto voy pasando con un ventiladorcillo de estos que se conectan por usb al ordenador. 

Otra cosa que hago a pesar del calor es venir al curro en bici, por la tarde, salgo a las 15:05 y llego a las 15:30 al trabajo y salgo de vuelta a casa a las 19:30 cuando el calor sigue igual que al venir, solo que volver a casa es cuesta arriba. Y ayer casi acabo en urgencias, no, el calor no era el culpable, el culpable fue un gilipollas que tenía que haberme parado a leerle la cartilla.

Pues eso que como digo me ha dado por venir a trabajar en bici por las tardes por varios motivos, el principal es que me ahorro 2€ o más (es lo que me viene costando un viaje de ida y vuelta al trabajo), el segundo es que así no contamino, y el tercero es que viene bien hacer una hora de ejercicio cuando te pasas 8 sentada. Lo que sí es cierto que puede parecer un suicidio con 34 grados que hace. El caso es que ayer al volver a casa, paso por una zona de carretera recta de dos carriles con varias rotondas, limitada a 50, por ahí los coches van a 70 tranquilamente, pero la verdad en el sentido que voy yo está justificado ir a esa velocidad por la visibilidad, la recta...lo que no se puede es entrar en las rotondas a esa velocidad y como si se tuviera prioridad. Y es lo que hizo un unineuronal que no me tiró de la bici por un palmo. Yo iba tranquilamente detrás de un coche que se salió justo antes de la rontonda, con lo cual yo me incorporé a ella sin nadie delante, llevaba una camiseta rosa fosforito (afición al fosforito en la ropa de deporte siempre en vigor), o sea no iba de camuflaje gris, iba en bici como a 15 o 20km/h así que al gilipollas que casi me lleva por delante le dio tiempo a verme. Yo seguía recto (segunda salida) y él entraba por mi derecha, el tío iba mangado, no sé para dónde miraría pero estoy segura que antes de llegar a la rotonda iba mirando a otro lado porque frenó dentro de la rontonda, lo único que me libró fue que él iba cuesta arriba, el ABS y que tuvo el reflejo de frenar a tiempo. Yo también frené lo justo para ver que lo tenía encima, podía haber puesto el pie en su capó, pero seguí adelante soltando un "JODER!" y con las piernas como mermelada por el susto.

Debo decir que la situación cabrea, y si llego a acabar mal, menuda putada y las ganas de sacarle los ojos al paisano no me las iba a quitar nadie, pero anda que no me ha pasado a mi el despistarme al volante. Vale que creo que en una tan gorda no me he visto, tanto como para que se me calara el coche como a este, no desde luego, pero me salté un semáforo peatonal el día anterior. Vale que era únicamente peatonal y se acababa de poner en rojo, que es raro que la gente lo use porque no hay tanto tráfico y solemos ceder el paso pero era un grupo de niños sin adultos...y no me percaté, se me hizo la neurona un lío con las dendritas y pensé que el rojo era para los peatones (no preguntéis cómo) y tiré para adelante. He de decir que ellos no habían empezado a cruzar, que yo iba por el carril más alejado de su entrada al paso, por lo tanto no corrieron peligro, aún así yo me podía haber llevado una buena multa por un despiste. Y cuántas veces quedarme mirando a alguien que pienso que conozco y no ver al peatón que espera a cruzar y no cederle el paso o frenar también un poco justa.

Tenía que haberme parado a preguntarle al unineuronal qué coño iba mirando para no verme, pero ahora me doy cuenta que no serviría de nada, porque ¿de qué sirve decirle a una persona que ha cometido un error si ya lo sabe? Él también se asustó aunque yo habría sido la que se llevaría la peor parte. Otra cosa que me planteo es empezar a comprar ropa de deporte de esta que se lleva ahora color "nude" es decir, color piel, me pintaría unos pezones y tal, estoy segura que así se fijarían más, ya que el cerebro va a lo que le llama la atención "En serio va en pelotas??" y no "ooohh rosa fosforito, qué bonito!", bueno mi cerebro sí se iría a ese color pero seguro que si ve de refilón a una persona que parece ir en pelotas también se activa la atención.

He encontrado esta en aliexpress, podría servir también







martes, 14 de junio de 2022

"Saldremos mejores"

"Saldremos mejores" decían. Yo supe desde el minuto uno que íbamos a salir más gilipollas. Bastaba con salir a la calle para oírlo: "QUE NO SE PUEDE CORRER!" me gritaron un día a las 8:00 de la mañana que sacaba a la perra y simplemente hice un sprint con ella, 50m, con la calle peatonal vacía, ni un alma salvo en las ventanas. 

Toda la gente criticando a lo demás, viendo pajas y sin ver las vigas que tenían en los ojos. "Mira éstos, son más de 10 aquí (al aire libre) haciendo merienda y contagiándose seguro" Ah pero esa persona durmiendo en la misma habitación con 4 no convivientes eso no lo veía como riego de contagio. Yo debí ser gilipollas como un mes, luego decidí que criticar cosas que acabaría haciendo yo tarde o temprano porque esa situación no era sostenible mucho tiempo era estúpido. Criticar y juzgar en general lo es, y estoy intentando mejorar en ese aspecto. Recuerdo a los deportistas criticando en los grupos de whatsapp a aquellos que se atrevían a desafiar las normas saliendo a correr por la montaña. Que yo decía "A ver van solos, no hay riesgo de contagio, no hacen nada malo, si os jode y tenéis envidia cerda, pues haced lo mismo, arriesgaos como él a que os pillen" la solidaridad esa del "yo también me quedo en casa" me la pasaba yo por el forro de los ovarios, al cabo de un mes a mi me parecía perfecto que la gente saliera a hacer lo que le diera la gana, siempre y cuando no me molestara, que la gente encerrada molestaba más, poniendo música y haciendo el bobo con banderolas, que sí muy bonito al principio pero cuando se empezaron a desintegrar las banderitas y a caer cachos de plástico al suelo a nadie se le pasó por la cabeza quitarlas, de verdad, aún se ven restos en fachadas enganchados.

El resultado de la pandemia de la que íbamos a salir mejores es: vecinos que entran al portal, te ven venir y dejan que la puerta se cierre para que tengas que usar la llave y así se meten raudos y veloces al ascensor para poder subir sin verte la cara de "hay que joderse!". Y es que claro, compartir 30 segundos de ascensor es muy arriesgado para la salud. Al final he llegado a la conclusión que prefiero las escaleras, son mejores para mi salud cardiovascular, musculoesquelética, y mental.

Podría contar más cosas negativas de la pandemia, pero paso, voy a ir ya a lo positivo. Y lo positivo es que los divulgadores se han hecho influencers y ya no solo tienen seguidores las y los gurús de la moda y el postureo (cierto es que también se han hecho famosos otros, que seguramente cuando se mueran en lugar de enterrarlos tirarán de la cadena), la gente se dio cuenta de la importancia del ejercicio físico...hasta que se abrieron las terrazas. Pudimos vivir un año con sus 4 estaciones gracias a la reducción de la contaminación, yo personalmente llevaba sin vivir una primavera y un otoño como un par de lustros, aquí pasamos del abrigo al bikini en menos de una semana, y viceversa. Pude ver flores y plantas y vegetación en general como no la ha había visto nunca. La atención médica por teléfono, qué bendición! Y lo digo para mi, que no tengo nada grave, solo me tengo que hacer análisis por la anemia, y teniendo un enfermero en casa que me saca la sangre pues ya todo resuelto. Antes tenía que ir a consulta por el volante y por los resultados, ahora nada. Es obvio que para otras cosas la atención sanitaria ha ido a mucho peor lo sé de buena mano, pero en lo que a mi respecta este punto me ha resultado muy útil. Claro que yo soy mala hierba...soy tan negativa que no soy positiva ni en los test de covid. Otra cosa positiva...el silencio atronador, recuerdo asomarme a la ventana a las 22:00 y no oír nada en la calle, por un lado era una gozada, por otro daba miedo. 

Y la sensación que persiste es el miedo, la incertidumbre, ver que no salimos de una y nos metemos en otra, mi negativismo o más bien realismo como yo lo llamo, me lo hace ver todo bastante oscuro tanto que entiendo perfectamente a los que deciden abandonar esta vida por sus propios medios. Yo al menos no dejo descendencia, una cosa menos de la que preocuparme, porque vaya mundo más bonito nos está quedando.