Citas a ciegas I

No es la primera vez que quedo con alguien del que no conozco su aspecto.

La primera vez fue hace muchos años, una tarde de aburrimiento en un chat me puse a hablar con un chico y acabé quedando porque me iba de compras a Granciudad y él vivía allí. La experiencia fue irrepetible...irrepetible de que no quería que se volviera a repetir. El chico tan hablador por chat, en directo no decía ni mu. Y yo eso de hacer el sacacorchos con preguntas para que me contesten con frases cortas no me va. Pedimos un café y hasta se cogió el marca. Creo que la cita no duró más de 8 minutos.

No recuerdo si de aquella volví a tener ese tipo de citas, creo que no. Pero últimamente he tenido un par. Primero el hermano del novio de mi amiga...no es que fuera una cita, simplemente lo trajeron como quien no quiere la cosa a tomar algo. Pero a pesar de ser un tipo que parece majo y feo no es, no quise saber nada, es de esas situaciones en las que o vas en serio o mejor no te metas en el fregao, sino te convertirás en "la puta de la amiga de su cuñada".

Y la última...me la organicé yo, el aburrimiento es lo que me hace hacer, otra vez de chateo y sin ver la jeta del menda (él sí pudo verme porque la foto de perfil que tenía era la mía) habiendo intercambiado alguna frase, no sé por qué me pidió el tlf y se lo di. Me llamó unas horas más tarde y hablamos.

Su voz sonaba atractiva pero algo fallaba en la fluidez de la conversación...no las tenía todas conmigo pero quedé para tomar algo a la noche porque total iba a estar por Granciudad. Él tardaría como unos 40min en llegar desde su casa pero no...por un percance llegó hora y cuarto tarde. Lógicamente yo no esperé más de 15 min. Le llamé y como estaba fuera de línea me fui a casa, ya cuando llegaba me cuenta su movida y decido comerme un sandwich en casa mientras llega y no puesto que ya estaba de camino.

Mi primera impresión, para qué voy a mentir...no fue buena, pero tampoco era para salir corriendo conste...pero cuando fui a darle dos besos no pude reprimir una mueca. Olor a tabaco rancio...aliento de fumador empedernido...horror! Tras un par de refrescos ya me di cuenta que de atractivo no tenía ni la conversación, tuve que actuar de sacacorchos un rato, no había fluidez. Mi idea al irnos era la de despedirme en un punto intermedio entre su coche y el mío pero le acabé acompañando a su coche...joder si con la excusa de mi cojera (sí señor ando lesionada) era fácil pero en ese caso igual decide acompañarme a mi coche y tengo que llevarlo al suyo y a ver cómo lo echo. Le pedí que me dejara a unos metros del aparcamiento, le di dos besos y me dijo si no le daba más, le di otros dos (escojonándome por dentro) y me dice que no...que de esos no. Me negué. Me pregunta si es que me da vergüenza...vergüenza no me daba ninguna pero no me gustaba ni para quedarme charlando un rato más, por no mencionar que no me atraía la idea de meter la lengua en un cenicero así que me fuí dedicándole mi mejor sonrisa. Es que hay fumadores y fumadores, unos no sé como hacen pero llegan a tener un pequeño aroma a tabaco que es hasta agradable. Los que fuman poquito o los que mastican chicle o caramelos antes de pegarte un filetazo molan, pero los otros, los que no se deben lavar los dientes ni una vez al día...de verdad, es como si te vaciaran un cenicero en la boca. Y él era de esos últimos, hasta el coche lo tenía lleno de ceniza.

Ahora que lo pienso supongo que el hecho de acompañarle a su coche y pedir que me llevara al mío lo interpretó como un "quiero algo"...ay qué tontaca que soy joder!!!